Fetiches

La habitación 305 — Hotel Rosé

Marina había perdido la cuenta de cuántos hoteles había pisado en los últimos años. Todos con camas grandes y vacías, alfombras grises, recepcionistas sonrientes y la misma sensación de tránsito. Pero al cruzar el umbral del Hotel Rosé, algo le hizo detenerse. Era distinto. Desde el aroma suave a jazmín en el aire, hasta el

La habitación 305 — Hotel Rosé Leer Mas »

Scroll to Top